Centro de reciclaje y energía confía en bomba de grasa Fire-Ball de 1956

Treinta y cuatro años dedicando servicio al mismo centro de reciclaje y energía año tras año: eso es compromiso. Además de los equipos en los que él y su empresa confían día a día, una pieza destaca para el distribuidor de Graco que visita el centro: la bomba de grasa Fire-Ball® de 1956.

Empleado de toda la vida, Joe H., de Ramsey/Washington Recycling & Energy (R&E), se sorprendió al enterarse por el distribuidor de que esta bomba, utilizada a diario para engrasar las puertas de los tráilers, los cargadores, los tractores de patio y la mayor parte del material rodante, fuera tan antigua. Tal vez sea porque desde el día en que empezó nunca ha notado que esta bomba fuese revisada, y mucho menos reparada. Ahora bien, Graco no recomienda evitar las revisiones de servicio preventivas, pero esto es un testimonio de la calidad por la que se conoce a las bombas Fire-Ball desde el año en que salieron al mercado.

Cuando R&E adquirió un rack de engrase hace unos 20 años, esta bomba de grasa Fire-Ball se convirtió en el caballo de batalla diario de la unidad de engrase portátil. Joe explica que "llegan entre 400.000 y 500.000 toneladas de residuos sólidos urbanos que procesamos aquí y convertimos en combustible para la electricidad". Y añade: "Por supuesto, entre el material rodante, todas las cintas transportadoras, todos los baleros..., todo necesita grasa. Pero como teníamos esta unidad sobre ruedas, ... la hacíamos funcionar en el exterior del taller para dar servicio a tráilers, cargadores, lo que fuera, ya sabes. Era una especie de "todo servicio".

Graco se dedica a ofrecer productos y servicios de la más alta calidad y a mejorar la calidad todos los días y en todo lo que hacemos. Esta bomba Fire-Ball es un excelente ejemplo de la calidad de Graco, pero cuando se le preguntó a Joe si tenía algo más que añadir sobre la bomba, creemos que lo dijo todo: "No usamos nada más que Graco por razones obvias: longevidad y buen funcionamiento".