No deje que las pistolas para grasa le impidan mejorar su productividad

Los propietarios y operadores de maquinaria pesada comprenden el papel fundamental que desempeña la grasa en los programas de mantenimiento preventivo. Las prácticas diarias de engrase podrían pasarse por alto, especialmente al confiar en que un operador acceda a hasta 50 puntos de engrase con una pistola para grasa.  A primera vista, las pistolas para grasa manuales y los tubos de grasa de molibdeno o sintética pueden parecer una solución rentable para la lubricación de los equipos, pero hay que tener en cuenta algunas consideraciones importantes a la hora de decidir qué es lo mejor para usted: las incongruencias del operador y el tiempo de inactividad de la máquina.

El problema de las pistolas para grasa

Las pistolas para grasa han sido durante años la herramienta de engrase más utilizada para la maquinaria pesada. Sin embargo, como en la mayoría de las tecnologías, llegan soluciones innovadoras. Las pistolas para grasa manuales dieron paso a las pistolas para grasa a batería, que reducían la fatiga del operador y acortaban el tiempo que tardaban en engrasar un equipo. Sin embargo, las pistolas para grasa a batería siguen necesitando un tiempo considerable para engrasar una máquina, y algunos de los mismos problemas encontrados en las pistolas para grasa de bomba manual siguen presentes en sus homólogas a batería, como el engrase excesivo, el engrase insuficiente, las dificultades para acoplar las conexiones a los engrasadores y los problemas de seguridad con los puntos de engrase cerca de lugares de alto calor o de difícil acceso.

Las ventajas del engrase automático en la maquinaria pesada

La lubricación automática no solo cambia la forma de engrasar nuestros equipos, sino que también elimina muchos de los problemas que rodean la lubricación manual con pistolas para grasa.

La lubricación automática ahorra aproximadamente una hora de engrase del equipo por máquina cada día. A medida que aumentan las exigencias de producción, el método tradicional de dedicar una hora al engrase suele dar lugar a atajos, como saltarse puntos de engrase difíciles. En los momentos más exigentes, se puede omitir incluso la hora por completo.

Los sistemas de lubricación automática aplican cantidades calculadas de grasa a cada accesorio, lo que significa que ya no se aplican cantidades arbitrarias de grasa a cada punto de lubricación. El engrase manual se basa únicamente en la persona que maneja la pistola para grasa; cuando la grasa empieza a rezumar por la conexión, eso indica que ya no admite más. Sin embargo, el rebose de grasa también puede deberse a una mala conexión o a suciedad en el engrasador, lo que provocaría una obstrucción. Sin un diagnóstico adecuado, el punto de lubricación puede no estar recibiendo la cantidad adecuada de grasa.

La lubricación automática reduce los riesgos de seguridad que conllevan las prácticas de engrase manual. Las condiciones meteorológicas cambiantes, los lugares de engrase de difícil acceso y las manos que transportan las pistolas de engrase contribuyen a posibles riesgos de seguridad asociados a los equipos de engrase, como resbalones y caídas, quemaduras y otras lesiones relacionadas con el trabajo.

Las propiedades únicas de la grasa en los sistemas de lubricación automática

Si ha utilizado una pistola para grasa, sin duda ha engrasado con NLGI #2 o #1. Una de las principales razones por las que el engrase manual requiere una grasa más pesada, o NLGI #2, es porque cuanto más pesada o "pegajosa" sea, suele percibirse como una grasa de mayor calidad. Pero en el caso de los lubricantes para automóviles, las propiedades de la grasa son únicas.

Las clasificaciones de NLGI para la grasa de sistemas de lubricación automática llevan a valores tan bajos como #0 o #00. Los sistemas bombean cantidades más pequeñas de grasa con mayor frecuencia mientras la máquina funciona, lo que garantiza un flujo constante de grasa para lubricar todos los pasadores y no se requiere una grasa más pesada.    

El engrase automático aumenta la productividad y la rentabilidad de los equipos durante toda su vida útil

Aunque la inversión inicial en lubricación automática puede parecer sustancial, el retorno de la inversión de la lubricación automática puede ser rápido. No es raro que los costos de equilibrio sean inferiores a un año en una máquina que funciona diariamente. 

El retorno de la inversión se calcula no solo por el tiempo de inactividad causado por el engrase manual, sino por las fallas de componentes derivadas de prácticas de engrase inadecuadas. Tome los costos típicos de tiempo de inactividad y reparaciones y compárelos con el costo del sistema de lubricación automática para determinar el costo de equilibrio. 

Los costos de los sistemas de engrase automático en equipos pesados varían, y los costos de instalación dependen en gran medida de la cantidad de líneas de engrase y de la protección necesaria. En el caso de las máquinas que tienen puntos de engrase en zonas abiertas, las líneas de engrase deben estar bien protegidas del rigor diario del funcionamiento. Los costos del equipo dependen del tamaño de la bomba y del número de engrasadores que requieren lubricación. En el caso de equipos pesados con muchos engrasadores, el costo del sistema se dispersa, ya que gran parte del costo del sistema está en la bomba de grasa.

Conozca más sobre los sistemas de engrase automático de Graco

Los componentes básicos de un sistema de lubricación automática son un dispositivo de medición, una bomba, un controlador, un tubo/manguera y accesorios para conectar los puntos de engrase. También hay muchos accesorios disponibles para mejorar o complementar el funcionamiento de un sistema. Graco ofrece sistemas completos de lubricación automática para varias máquinas, como excavadoras, cargadoras de ruedas, camiones mineros, tractores agrícolas, cosechadoras y equipos forestales, entre otros.