Tecnología de aplicador

Existe una amplia gama de tecnología de aplicadores para elegir. En función de la calidad de acabado deseada, la eficiencia de transferencia, la velocidad de aplicación, el tipo de pintura utilizada, el tipo de objeto, la forma del objeto y la tecnología de recubrimiento elegida, conviene comprender las ventajas y diferencias entre cada tecnología.

La pulverización con aire usa una corriente de fluido a baja presión combinada con aire comprimido en el cabezal de aire para atomizar el material de manera controlada. Se utiliza para aplicación de fluidos de viscosidad baja a media en productos que requieren acabado de alta calidad, Clase A o decorativo.

Debido a los cambiantes requisitos de la normativa ambiental, se han desarrollado diferentes versiones de la tecnología de pulverización con aire: 

• La Convencional es la forma tradicional de tecnología de pulverización con aire y ofrece la máxima calidad de acabado y velocidad de producción. Para lograr estas ventajas, utiliza mucho aire, lo que se traduce en una baja eficiencia de transferencia.
• Alto Volumen y Baja Presión (HVLP) se desarrolló para áreas reguladas por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Para cumplir con la normativa de la EPA, el volumen de aire utilizado se limita a 10 psi en el cabezal de aire. El resultado es un patrón de baja velocidad con buena calidad de acabado y mayor eficiencia de transferencia que la pulverización convencional.   
• La tecnología homologada, denominada comúnmente Bajo Volumen y Media Presión (LVMP), se desarrolló para cumplir con las normas europeas. El requisito es que la presión de aire no supere los 29 psi en la entrada de aire. Esto permite un diseño de cabezal de aire que proporciona alta calidad de acabado, además de conseguir una eficiencia de transferencia igual o superior a la del método HVLP.

La pulverización sin aire  utiliza un suministro de fluido a alta presión para atomizar sin emplear aire comprimido, solo la presión del fluido. Se utiliza para fluidos de viscosidad media a alta, ofrece una calidad de acabado inferior y es ideal para mayor velocidad y eficiencia de transferencia.

La atomización en la pulverización sin aire se crea mediante la fuerza hidráulica que empuja el material a través de un orificio. A medida que el fluido sale del orificio, la fricción entre la corriente del fluido y la atmósfera descompone la corriente en pequeñas partículas. El tamaño de la boquilla y la presión determinan el caudal del material. Se utiliza alta presión para crear un patrón completo. Por lo tanto, cuanto mayor sea la viscosidad del material, se requerirá más presión.

La pulverización sin aire asistida por aire utiliza un suministro de fluido de media a alta presión para atomizar y aire comprimido en el cabezal para controlar el patrón. Se utiliza para pulverizar fluidos de viscosidad media a alta y brinda una calidad de acabado superior a la de la pulverización sin aire, pero no tan alta como la de la pulverización con aire.

La atomización en la pulverización sin aire asistida por aire se crea mediante la fuerza hidráulica, que es menor que en la pulverización sin aire, por lo que atomiza el centro del patrón. Se utiliza una boquilla de fluido para determinar el tamaño del patrón y el caudal del fluido. A continuación, se aplica aire para ayudar a rellenar el patrón. Se utiliza un cabezal de aire para completar el patrón de pulverización y eliminar los defectos del patrón, también conocidos como colas.

La tecnología de pulverización sin aire asistida por aire resuelve muchos de los problemas que surgen con el uso de recubrimientos de alta viscosidad y alto contenido de sólidos, así como también los problemas asociados con el calentamiento y el uso de presiones de fluido más altas para ayudar a la atomización de materiales más viscosos. Muchos materiales a base de agua requieren pulverización sin aire asistida por aire, que tiene mayor presión de fluido. La presión más baja y la asistencia del aire crean una atomización más fina para un acabado más fino que el de la pulverización sin aire.

Los aplicadores electrostáticos cargan las partículas de material al pasar por un electrodo o hacer contacto con él a fin de lograr una mayor eficiencia de transferencia. Se basan en la atracción de cargas eléctricas opuestas.

• Al material se le aplica una carga electrostática al pasar por un campo electrostático generado entre el electrodo en el frente de la pistola y un objeto conectado a tierra.
• Las partículas cargadas del material son atraídas por el objeto conectado a tierra (neutro) y forman una capa uniforme.
• El material cargado ira envolviendo el objeto, lo que aumentará el espacio de superficie recubierto.

Debido a este efecto envolvente, los aplicadores electrostáticos son especialmente adecuados para el recubrimiento de productos tubulares.

Este video compara la eficiencia de transferencia de una pistola de pulverización electrostática con la de una pistola convencional:

La pulverización electrostática con aire utiliza una corriente de fluido a baja presión que se combina con aire comprimido en el cabezal de aire para atomizar el material de manera controlada. Se utiliza para la aplicación de fluidos de viscosidad baja a media en productos que requieren acabado de alta calidad, Clase A o decorativo.

La pulverización electrostática sin aire asistida por aire utiliza un suministro de fluido a alta presión para atomizar y aire comprimido en el cabezal para controlar el patrón. La pulverización electrostática sin aire asistida por aire resuelve muchos problemas que surgen con el uso de recubrimientos de alta viscosidad y alto contenido de sólidos, y otros problemas asociados con el calentamiento y el uso de presiones de fluido más altas para ayudar a atomizar materiales más viscosos.

La pulverización electrostática con atomización rotatoria es otra forma de pulverización con aire. Utiliza una copa de campana cargada electrostáticamente que gira a gran velocidad, por lo que la pintura se ve sometida a una fuerza centrífuga. La pintura fluye a lo largo de la superficie de la copa y, cuando llega al borde, las elevadas fuerzas centrífugas la rompen en una fina nube de partículas de fluido. Las gotas de pintura transportan la carga electrostática desde la copa de campana y son dirigidas o modeladas por el aire que sale del cabezal de aire. El tamaño de las gotas cargadas es más fino y uniforme que con otros métodos de atomización, lo que se traduce en alta eficiencia de transferencia y gran calidad de acabado.