Mantenga su flota en la carretera – y fuera del taller

Independientemente del tamaño de la flota – y de si se trata de una flota de camiones o autobuses – todo administrador de flotas se preocupa por la eficiencia. ¿Cómo puedo utilizar mi flota de la forma más eficiente posible? ¿Cómo puedo maximizar el tiempo en la carretera y minimizar el tiempo en el taller? ¿Cómo puedo alargar los intervalos de mantenimiento y maximizar el rendimiento del vehículo? ¿Cómo puedo hacer más eficientes mis operaciones rebajando los costos operativos por kilómetro?

La clave para mantener y hacer funcionar una flota de camiones o autobuses eficiente es la lubricación correcta. Pero esto requiere mucho más que armar a un mecánico con una pistola para grasa y apuntarle en la dirección de un vehículo. La lubricación manual conduce a una lubricación insuficiente o excesiva, y ambas pueden ser igualmente perjudiciales.

"Los efectos de la falta de lubricación son bien conocidos: mayor desgaste de los componentes, fallas prematuros, mayor consumo de energía y aumento de los costos de operación y mantenimiento", afirma Charles Hartl, director global de marketing de productos de la división de equipos de lubricación de Graco. "Pero los efectos del exceso de lubricación pueden ser igual de perjudiciales. Desperdicia el lubricante, puede provocar una acumulación excesiva de calor, pone en tensión los puntos de lubricación y aumenta el tiempo de inactividad. La solución es obvia: una lubricación óptima".

Y ahí es exactamente donde entra en juego la lubricación automática. Al suministrar cantidades más pequeñas de lubricante a intervalos más frecuentes, se evita tanto la lubricación insuficiente como la excesiva. Incluso puede configurarse con funciones que detecten una línea bloqueada o rota y avisen al operador.

La lubricación automática garantiza una mayor eficiencia global de la flota, porque tiene tres efectos principales.

Aumenta la disponibilidad de los vehículos y la rentabilidad, lo que garantiza que una flota se mantendrá en la carretera generando dinero en lugar de pasar el tiempo en el taller y perder dinero. Además, reduce las fallas imprevistos de los componentes y el tiempo de reparación.

Prolonga la vida útil de un vehículo y sus componentes. Los equipos funcionan mejor y duran más cuando se lubrican correctamente y con frecuencia. La lubricación automática también elimina la "estimación" del mecánico en cuanto a la cantidad de lubricación necesaria y garantiza que cada punto de lubricación quede lubricado. (Incluso los mecánicos mejor capacitados pueden olvidar un punto de lubricación de vez en cuando).

Ahorra tiempo y reduce los costos operativos. La eliminación del engrase manual reduce las horas de mantenimiento en el taller, evita los problemas de programación de lubricación del chasis y reduce los costos de recambio de piezas y mano de obra.

"Todo esto se convierte en una gran ventaja: una mayor eficiencia de la flota que garantizará que los camiones o autobuses estarán disponibles para utilizarse las 24 horas al día, los 7 días a la semana", añade Hartl.